Un carpincho que vivió hace siete millones de años

Diario Hoy ( La Plata)

Domingo 12 de Abril de 2009

Un carpincho que vivió hace siete millones de años

Sus restos fosiles fueron encontrados en Mendoza

 

Un equipo de paleontólogos encontró restos de un animal que perteneció a una especie ya extinta. Fue en cercanías de lo que hoy es el circuito turístico de Valle Grande. El hallazgo se suma al de fósiles de otros animales     

 

Hace varios millones de años, en proximidades de lo que hoy es uno de los grandes destinos turísticos de la provincia de Mendoza, existieron no sólo antiguos roedores parecidos a las maras (liebres patagónicas), sino también otros animales semejantes a los tuco tuco (herbívoros emparentados con los topos) y hasta un marsupial similar a la comadreja actual.

La existencia de ésas y de otras especies ya extintas -como el notoungulados, que tenía un aspecto similar al de los conejos- fue acreditaba, entre otras cosas, por los recientes hallazgos de restos fósiles. Ahora, científicos del Museo de Historia Natural de San Rafael descubrieron los restos de un roedor emparentado con el actual carpincho al que se le asigna una antigüedad de siete millones de años.

El descubrimiento lo realizaron en cercanías del circuito turístico de Valle Grande, ubicado a unos 37 kilómetros de la ciudad de San Rafael y dueño de paisajes encantadores.

Características

Tras los primeros análisis, la paleontóloga Analía Forasiepi apuntó que este proto carpincho, ya extinto, “habría tenido una talla muy parecida al actual roedor de más de un metro de longitud”.

Hallaron fósiles de mandíbulas con dientes y huesos aislados de las extremidades. No es mucho, pero suficiente para estimar que “por la forma de los dientes se trata de una especie extinta sin representantes actuales, pero que habría compartido con los carpinchos un ancestro en común del cual evolucionaron ambos grupos”.

Ahora, los investigadores mendocinos trabajarán junto con otros especialistas del país para tratar de explicar el origen y la distribución de los carpinchos y ubicar a este nuevo hallazgo en un marco teórico adecuado.

“El conjunto de animales, lo mismo que la presencia de este proto carpincho y las estructuras observadas en las rocas, sugieren que en el momento en que se depositaron estos sedimentos en el Valle Grande el clima en nuestra región era muy diferente al actual, más húmedo y con frecuentes cursos de agua”, señaló la paleontóloga. Corresponde aclarar que los restos de aquellos animales, a los se hizo mención fueron encontrados entre 2007 y 2008, mientras que los del proto carpincho se hallaron esta semana.

En ese sentido se aclaró que el cálculo de la antigüedad del carpincho surge de una comparación con los encontrados en La Pampa.

Yacimiento de fósiles

Otro de los que participó del hallazgo fue el arqueólogo mendocino Miguel Giardina, quien subrayó que este sitio ubicado en el arroyo La Frazada -del sur mendocino- “es muy prometedor”, dada la diversidad de animales recuperados. Consideró que futuros trabajos de campo “revelarán, seguramente, una riqueza y variedad de formas aún mayores”. Es precisamente eso lo que alimenta el entusiasmo del grupo y lo invita a seguir adelante. “Encontramos especies nuevas, desconocidas hasta ahora para la región. Descubrirlas del pasado, extrayéndolas de las rocas, otorga algo de magia a nuestras tareas diarias”, confesó Giardina, que destacó la hospitalidad y colaboración de don Omar Lobos, el criancero residente en las cercanías del lugar.

Los resultados de los trabajos de paleontología, que se están realizando en la región, serán presentados en las Jornadas Argentinas de Paleontología de Vertebrados que se realizarán durante el próximo mes en San Rafael.

 

El más grande de los roedores

 

El carpincho actual es el exponente más grande de la familia de los roedores, tanto que puede llegar a pesar entre 50 y 60 kilogramos. Puede vivir hasta 15 años, su dieta se compone principalmente de plantas y se mueve en manadas integradas por un macho dominante, varias hembras, crías y uno o más machos subordinados.

Se lo puede encontrar en regiones del norte argentino y en espejos de la provincia de Buenos Aires. Su distribución se corresponde con las cuencas de los principales ríos sudamericanos.