30 de junio de 2009

Cambio climático: señales de alarma en el hemisferio norte



Las concentraciones de amoníaco en esa parte del planeta son mayores a lo previsto. Se debilitan los vientos en Estados Unidos

Publicado en Edición Impresa: Revista Domingo
http://www.eldia.com.ar/edis/20090628/revistadomingo33.htm


En la mitad norte de nuestro planeta los efectos del calentamiento global están encendiendo luces de alarma, según coincidentes observaciones de distintos científicos. Mientras se incrementa la concentración de amoníaco, los vientos en Estados Unidos pierden fuerza y podrían dejar de ser una fuente potencial y alternativa de energía.

La concentración de amoníaco en la atmósfera, debida principalmente a la intensificación de la agricultura, ha estado subestimada en el hemisferio norte, según una investigación publicada en los últimos días en la revista especializada Nature Geoscience.

"En la atmósfera, el amoníaco (NH3) acelera la formación de partículas, reduciendo la calidad del aire", según los investigadores de la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad Pierre y Marie Curie de París.

"Las concentraciones elevadas de amoníaco afectan a la fauna, la flora y la calidad del aire a nivel local", precisó en un comunicado el Centro Nacional de la Investigación Científica de Francia.

El Interferómetro Atmosférico de Sondas Infrarrojas (IASI) del satélite Metop, utilizado para estas medidas, ha permitido dibujar el primer mapa global de fuentes de amoníaco.

ZONAS MAS AFECTADAS

Según los resultados, las mayores concentraciones de amoníaco están por encima del paralelo norte de 30 grados y las regiones más afectadas son aquellas con una fuerte densidad de población agrícola, especialmente India y China, pero también en los valles del Po (Italia) y del Ebro (España), las regiones de San Joaquín en California y el Snake River Valley en Idaho, así como el valle de la Ferghana en Uzbekistán.

El amoníaco atmosférico es emitido principalmente por los excrementos del ganado (39%), fuentes naturales (19%), los abonos con componentes de amoníaco (17%) y la combustión de la biomasa (13%).

"A pesar de las reglamentaciones en algunos países desarrollados, el total mundial de las emisiones de NH3 se han casi duplicado entre 1860 y 1993 y podría aún duplicarse de ahora a 2050", recuerdan los investigadores, que denuncian que esto provocará "una cascada de problemas medioambientales".

El amoníaco se produce a partir de hidrógeno y de nitrógeno y representa "cerca de la mitad del nitrógeno reactivo enviado a la atmósfera, jugando un papel importante en la acidificación y la eutrofización (exceso de elementos nutritivos) de nuestros ecosistemas", agregan los científicos.

VIENTOS DEBILITADOS

Por otra parte, el viento, la fuente de energía preferida por el movimiento verde, parece estar perdiendo fuerza en Estados Unidos y la causa podría ser el calentamiento global, precisamente el problema que se intenta resolver por medio de la energía eólica.

La idea de que los vientos pierden velocidad sigue siendo hipotética y los científicos no coinciden en si está sucediendo, pero un estudio, el primero de su tipo, sugiere que las velocidades promedio y pico de los vientos han disminuido notablemente desde 1973, en particular en las zonas del medio oeste y este de Estados Unidos.

"Es un efecto de gran magnitud", dijo Eugene Takle, profesor de ciencias atmosféricas en la Universidad Estatal de Iowa y uno de los autores del estudio.

En algunos lugares del medio oeste, como se conoce a la región centro-norte del país, se revela una caída del 10% a lo largo de un decenio en una región donde la velocidad promedio del viento es de 16 a 19 kilómetros por hora.

Se ha visto un gran aumento en los días de baja o nula ventosidad en el medio oeste, dijo Sara Pryor, de la Universidad de Indiana, autora principal del estudio.

Las mediciones proyectadas por Pryor sobre mapas de Estados Unidos indican que los vientos pierden velocidad a lo largo y al este del río Misisipí.

Algunas regiones que apuestan a la energía eólica, como Texas occidental y parte de las llanuras del norte, no registran el fenómeno en la misma medida, pero estados como Ohio, Indiana, Michigan, Illinois, Kansas, Virginia, Luisiana, Georgia, el norte de Maine y el oeste de Montana registran las mayores caídas en la velocidad del viento.

El estudio, que aparecerá en agosto en el Journal of Geophysical Research, es apenas preliminar. Los mismos autores dicen que aún no se sabe si se trata de una tendencia real, pero expone un aspecto del calentamiento global que aún no ha sido investigado.

FUERTE ADVERTENCIA

Por otra parte, el primer informe sobre clima de la presidencia de Barack Obama lanzó una fuerte advertencia al indicar que los efectos dañinos del calentamiento mundial ya están presentes y se agravan.

El asesor científico de la Casa Blanca, Anthony Janetos, uno de los autores del informe, advirtió que el calentamiento global ya ha provocado más lluvias torrenciales, elevación de la temperatura y el nivel del mar, retroceso de glaciares, estaciones de crecimiento más largas y alteración del curso de los ríos.

"En algunos casos ya se han producido consecuencias graves. Esto no es algo teórico que sucederá dentro de 50 años. Ya está sucediendo", destacó el científico.

Tras asegurar que las "grandes perturbaciones" ya registradas se agravarán a medida que continúa el calentamiento, el panel científico comandado por Janetos sostuvo estimó que la temperatura en Estados Unidos podría elevarse en seis grados centígrados para fines de siglo. "Se cruzarán umbrales, lo cual provocará grandes cambios en el clima y los ecosistemas", dijeron.

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