12 de julio de 2009

La sequía amenaza la población de patos, perdices, zorros y nutrias


Domingo | 12.07.2009 Diario EL DIa, eldia.com.ar

Adoptan medidas excepcionales para proteger a nueve especies susceptibles de caza

Los cultivos, el ganado y el bolsillo de los productores rurales no son las únicas víctimas de una sequía que lleva ya más de un año y medio. Un equipo de biólogos acaba de dar un alerta sobre otro efecto hasta ahora desatendido: el impacto sobre la fauna autóctona. Aseguran que la falta de agua generó una preocupante merma en las poblaciones de patos, perdices, zorros y otras especies silvestres que conforman el patrimonio natural de nuestra Provincia.

La desaparición de espejos de agua, además de comprometer fuentes de alimentación y ciclos reproductivos, también habría dejado a algunas de estas especies a merced de predadores. Entre ellos el hombre. De ahí que el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) y el Ministerio de Asuntos Agrarios adoptaron días atrás medidas drásticas para evitar que su caza deportiva y comercial provoque un daño aún mayor.

Por primera vez, la provincia de Buenos Aires dispuso, junto a otras seis provincias y el gobierno chileno, prohibir la captura del Cauquén Común, un ave migratoria que se encontraba entre las susceptibles de caza. De todas las especies amenazadas por la sequía, ésta sería la más vulnerable.

Pero además se resolvió reducir a la mitad el cupo de captura de otras seis especies también comprometidas: cinco variedades de pato (el Maicero, el Barcino, el Cuchara, el Picazo y el Pato Viuda o Silbón de Cara Blanca) además de la Perdiz Chica. Y, desde el OPDS, se elaboraron recomendaciones para restringir también la caza del Coipo o Falsa Nutria y el Zorro Gris.

La decisión de proteger a estas especies frente a la sequía recibió el aval de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación y organizaciones no gubernamentales como Bird Life International, Vida Silvestre, Fundación de Historia Natural Félix de Azara, Wetlands International, Alianza del Pastizal y Aves Argentinas, entre otras

RETRACCION POBLACIONAL

"La retracción poblacional es muy significativa", sostiene el biólogo Manuel Ortale, director de Recursos Naturales del OPDS. Responsable de un equipo que cada año recorre los campos del interior bonaerense para un recuento de fauna silvestre, los resultados de sus censos le mostraron que esta vez los parámetros poblaciones de al menos nueve especies estaban por debajo de lo normal. ¿Cuánto? "Hasta un 76% con respecto a los últimos censos, en el caso del Cauquén", dice.

Pero el Cauquén Común o Avutarda -un ganso salvaje que cada otoño migra desde el sur del continente hacia la zona de Necochea escapando del frío- no es por lejos la única especie comprometida. "Las grandes bandadas de patos que habitaban en la Provincia han desaparecido: hoy sólo se observan pequeños grupos", cuenta Ortale.

"En la medida en que los humedales, bañados y lagunas se secaron, algunas aves acuáticas se retiraron. Pero además, la falta de agua comprometió sus fuentes de alimento y su ciclo reproductivo. No hubo una reproducción exitosa. Es que al secarse las lagunas se pierden los juncales donde nidifican, y tanto los huevos como los pichones quedan expuestos a sus predadores naturales, como el gato montés, el zorrino y el zorro", explica el biólogo.

Pero tampoco el zorro mismo pudo quedar a salvo del déficit de alimentos y la alteración del hábitat que produjo la larga sequía. Los censos realizados por los biólogos del OPDS dejaron además en evidencia una caída notoria en las poblaciones de zorros grises y coipos o falsas nutrias.

Mientras que el último de los casos la retracción poblacional respondería directamente al impacto de la sequía en los hábitats acuáticos; los zorros se habrían visto además perjudicados por el avance de la frontera agropecuaria: lo que se conoce como "sojización". El hecho es que su presencia en territorio bonaerense es hoy un 40% menor a la que cabría esperar según la serie de registros históricos.

CUPOS DE CAPTURA

Frente a la caída poblacional de especies autóctonas detectada por el OPDS, el ministerio de Asuntos Agrarios -el responsable de determinar cada año los cupos de captura y la extensión de la temporada de caza- no tardó en adoptar medidas para ponerle freno a una amenaza que involucra, en todos los casos, a animales que suelen ser además presa del hombre.

El hecho de que el Cauquén Común haya sido objeto de la más drástica de esas medidas -prohibir por completo su caza- no sólo se debe que a su presencia disminuyó más que ninguna otra especie, sino además porque es una pieza muy codiciada. Cada temporada, cazadores deportivos de distintos continentes viajan a los partidos de Necochea, Tres Arroyos y San Cayetano para dispararle en cotos privados.

Sin llegar a la veda, también las especies de patos amenazados por la sequía fueron protegidos con un importante recorte en los cupos de captura durante esta temporada. Si antes se permitían diez piezas por cazador al día, hoy no está permitido llevarse más de cinco; lo mismo que en el caso de las perdices chicas.

Por recomendación de los biólogos del OPDS, Asuntos Agrarios también aplicaría recortes en el cupo anual de captura de zorros grises. Mientras que antes se cerraba la temporada al alcanzar los 17 mil ejemplares capturados, los cazadores no podrían matar este año más de 11 mil.

Con el mismo criterio se reduciría de 834 mil a 500 mil el cupo de captura anual del Coipo, una especie que se persigue con fines comerciales por el valor de su cuero para la industria peletera.

DESOLADOR

Una imagen capturada por el satélite Terra de la Nasa hace apenas unos meses muestra con crudeza el aspecto desolador de la Provincia de Buenos Aires tras un año de sequía. En la foto (disponible en internet) se observa la completa desaparición de espejos de agua con respecto al registro del año anterior.

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